martes, 24 de junio de 2008

Cuando el RSS mató a los blogs

Hola de nuevo.

Se que el título del post suena un poco extraño, pero es algo sobre lo que quiero escribir desde hace tiempo, y por fin, tras los exámenes, tengo un rato para hacerlo.

Supongo que si has llegado hasta aquí, no hace falta que explique lo que es un blog, ni la relación que éstos tienen con la denominada Web 2.0, más concreta mente con su componente social.
Aún así, me gustaría dar un pequeña visión personal de lo que para mi es un blog, al menos, un blog relativamente personal como lo son los míos (Thanos Crypt y Witchcraft Tales), donde sólo hay un autor y no un equipo de redactores detrás, al más puro estilo de un periódico.

En mi opinión, un blog es un lugar donde sacar a la luz todo aquello que ronda la cabeza de uno, sin coacciones de ningún tipo y sin tener en cuenta si lo van a leer miles, cientos o una docena (como probablemente sea mi caso :P).
Creo firmemente, y hace tiempo comenté esto mismo en el blog de Xelerad, que no es aconsejable escribir un blog en base a lo que quieran leer tus posibles lectores, ya que si te adaptas a ellos, probablemente se pierda frescura y sinceridad en los temas a tratar, ya que escribirás lo que se espera de ti y no lo que realmente deseas transmitir.

Por todo esto (y aunque penséis que de momento estoy hablando de cosas que nada tienen que ver con el título), creo que un blog es un sitio sumamente personal y que por tanto refleja en parte o en su totalidad, la personalidad de la persona que lo escribe.

Y ahora, voy con el tema principal del post.

Hablo por experiencia propia, al decir que el uso del RSS (en mi caso, mediante el Google Reader) ha "asesinado" en gran medida la faceta personal e intransferible que cada blog deja en sus lectores.
Esto es, yo era de los que se conectaba cada día a decenas de blog para disfrutar de su lectura y estar al tanto de los diferentes mundillos que me interesan. Por ello, sabía perfectamente el tipo de noticias u opiniones que leía en cada uno de ellos, es decir, los diferenciaba.
Desde que comencé a usar RSS, lamentablemente no puedo decir lo mismo, o al menos, no puedo decir lo mismo de todos los blogs que leo.

Actualmente simplemente leo "noticias", no blogs. Es decir, en la mayoría de los casos, no sería capaz de identificar donde he leído cada cosa.
También es cierto, que al usar RSS o Atom, leo muchísimos más blogs que antes, cosa que no podría si visitase uno por uno cada día, pues me ocuparía el doble de tiempo (como poco), y por tanto es más complicado mantener la visión personalizada que tenía antes.

Por otro lado (y esto a mucha gente le dará completamente igual), al gustarme mucho el diseño web, me encanta ver diseños de blogs, y comprobar como poco a poco, se van añadiendo "pequeños matices" a la página para adaptarse cada vez más a la personalidad del autor. Evidentemente, esto también se pierde al usar lectores de feeds.

Como penúltima cosa a comentar, me gustaría también reseñar lo que muchos estaréis pensando, porque nada tiene que ver un blog personal y "unifamiliar" (jejeje) como el mío, con otros donde hay varios redactores que dan lugar a más de media docena de noticias al día donde la única forma de poder seguirlos es usando un lector de feeds, pues la mayor diferencia probablemente radique ahí, ellos dan noticias y yo cuento historias sobre mi vida u opiniones personales.

Y ya para terminar (si es que alguno ha llegado hasta aquí), me gustaría tocar otro tema peliagudo: los comentarios.
En mi opinión, creo que es interesante en muchos casos que un post no termine con el punto y final del autor, sino que es mucho más enriquecedor recibir comentarios, críticas u opiniones a lo dicho, para favorecer el intercambio de puntos de vista. Y con esto no estoy recriminando sólo a los lectores, sino a los propios autores que se desentienden del post una vez escrito, ya que no cuesta nada comentar un post que te ha parecido interesante o responder a un lector que ha tenido el suficiente interés en escribir algo sobre tu post.

Bueno, espero que haya despertado algún pensamiento en vuestros cerebros esto que os acabo de contar, o al menos que hayáis podido dormir agusto después de tremendo rollo :P

Para los valientes que han llegado al final, os dejo el link a la web de un una compañía que está sacando al mercado juegos de rol que imitan la estética de los juegos de los '80 y '90 (AD&D, Cthulhu, Rolemaster, etc.) con descarga gratuita de algunos de ellos en pdf.
Todo esto en Goblinoid Games.

¡Saludos!

3 comentarios:

Álvaro Loman dijo...

Tienes razón con lo de las RSS, sobre todo en los que son "unifamiliares", porque los otros son pesudo-periódicos...

Pero no toy de acuerdo con lo de que un blog debería ir sobre "lo que quieras escribir". No todo el mundo busca lo mismo de los blogs. Y aunque éste sea sobre historias personales, a lo mejor el autor busca fórmulas para llegar al mayor número de gente o experiencia para escribir de forma profesional.

Hay de todo en esta vida, y todos los tipos son bienvenidos :)

Taluego!

PD: Cuando el RSS martó a los blogs... sepultó a los comments

Thanos_Malkav dijo...

Hombre, eso está claro, cada uno puede orientar su blog como quiera, yo me refería a que los blogs "unifamiliares" o más personales, no deberían verse coartados por el hecho de ganar lectores a costa de perder originalidad o sinceridad.

Hay que aceptar (debo aceptar), que este tipo de blogs nunca lleguen a tener 1000 visitas diarias, pero es recomendable que las pocas que tengas, las tengas por tu toque personal, y no por contar lo mismo que el resto que es algo que de lo que también hablaré otro día...

Salu2

PD: Totalmente de acuerdo con tu última frase, jejeje...

Miguel dijo...

Sobre lo del RSS, totalmente de acuerdo. Creo que una solución útil, por intermedia, es la de los clips de la web de gmail: son un poco incómodos, pero te avisan de cuando uno de los blogs que visitas tiene un nuevo post, y sólo tienes que pulsar para acceder. Así no tienes que hacer la típica visita diaria a todos y cada uno de ellos.

Sobre para quién es el blog... eso lo decide el autor. Si escribe para él mismo (como haces tú, como hago yo, y como hace mucha gente) o para un público. Es perfectamente legítimo enfundarse un personaje determinado y escribir desde él para un público. Todo depende de cómo lo plantées.