Barnacity Chronicles 2009: Chapter 2

En el capítulo anterior: AVE, aceitunas, alemán loco, conversaciones freaks de madrugada...

Como véis, el primer día dió para mucho, pero aún así, el segundo que era Domingo, teníamos una misión muy importante que llevar a cabo: acudir al Mercado de San Antonio, templo sagrado para mi desde que tengo memoria y para todos aquellos que adoramos los cómics.

Los que no hayan oído hablar nunca de él, baste decir que se trata de un mercadillo bastante grande situado en pleno centro de Barcelona que los Domingos varía su temática normal para ofrecer en su mayoría puestos de cómics, repartiéndose el resto entre libros, pósters, videojuegos, cartas coleccionables (magic sobre todo), sellos y demás material coleccionable.

Pues bien, llegamos a las 10:20 de la mañana, y aunque Álvaro y Humberto me abandonaron a media mañana porque ya habían dado una vuelta completa (y el sueño los corroía), yo seguí inmerso entre toda aquella vorágine de vicio hasta las 14:15, cuando mi bolsillo ya se había quedado vacío (compré de todo, pero nada que tuviese planeado), y mi estómago pedía a gritos ser alimentado.

De esta forma, me pasé por casa de mis tíos, con los que había quedado para comer y desde esa hora hasta la noche lo que ocurrió fue una visita a casa de mis abuelos a los cuales hacía bastante tiempo que no veía, por lo que no entraré en detalles de reuniones familiares.

Cuando el sol ya se había puesto, me reuní nuevamente con mis intrépidos compañeros, y tras conseguir arrancalos de la cama donde semi-dormitaban, los convencí para dar un paseo hasta el Maremagnum y ver la plaza de Colón y el puerto por la noche, todo bastante bonito.

Además, gracias al magnífico modo noche de mi cámara (nótese la ironía), aquí tenemos un escalofriante documento gráfico que muestra como Álvaro perdió su pierna derecha durante el paseo nocturno :P

Ya de vuelta a la zona del hotel, callejeamos un poco y pudimos descubrir la existencia de una inquietante pastelería a la que nadie debería dejar que se acercasen los niños pequeños sólo con ver su cartel:

Y ya para terminar el día, y puesto que nuestros estómagos solicitaban ser alimentados, nos sentamos en la terraza de la cervecería "El rincón del artista" situada justo al lado del Bagdad (uno de los garitos más importantes de España en cuanto a espectáculos lascivo-sexuales se refiere que estaba a 5 minutos de nuestro hotel), cual guiris del montón para degustar unos sobrosos chopitos y champiñones a la plancha, acompañados de una tapa de ensaladilla rusa y unas bravas que tardaron en hacer media hora :P

He de decir, que los chopitos y sobre todo los champiñones, estaban deliciosos, aunque lo mejor fue la conversación sobre las distintas Tierras alternativas del universo DC que tuvimos :)

Y con esto, terminamos el segundo capítulo de esta gran aventura.

¡Buenas noches!