Con mucho, mucho retraso os traigo la reseña de la segunda parte de la trilogía de Dune que me leí en verano durante mi estancia en Munich el pasado año.
Publicado en 1969 (5 años después de la primera entrega), El mesías de Dune sigue narrando la historia de Paul Atreides, aunque con un salto de 12 años tras el apoteósico final de la primera entrega.
Sin querer entrar en mucho spoiler (ALGUNO VOY A HACER SI NO HABÉIS LEÍDO DUNE), el libro trata principalmente sobre las consecuencias de la instauración de la religión Fremen por todo el Imperio del millón de Mundos y como ésta destruye o convierte a cualquier otra etnia o grupo con creencias o intenciones diferentes a la cruzada religiosa de los Fremen que vean a Paul como un dios.
Como consecuencia de todo esto, muchos grupos antaño poderosos se unen para resistir al nuevo Imperio liderado por Paul, y podremos ver a la Bene Gesserit, el Gremio Espacial, los Bene Tleilax, la princesa consorte Irulan Corrino o los Fremen rebeldes confabular para acabar con la vida y el reinado de Paul.
El libro trata un tema muy interesante como es el de la conquista espiritual y social que sucede producto de un conquista militar. Sin duda alguna es curioso ver como el propio Paul rechaza lo que ha provocado sin querer cuando se percata de que en lugar de conseguir la paz para el pueblo Fremen en Arrakis, lo que ha conseguido es crear un pueblo de radicales religiosos que no aceptan otra manera de ver la vida que no sea el suyo.
Este es un tema que hemos visto infinidad de veces en nuestra historia, y por tanto, aunque se trate desde la óptica de la ciencia-ficción, no deja de ser un tema candente aún en nuestros días donde los extremistas religiosos siguen cometiendo crímenes sin perdón en muchos países bajo la protección de sus dioses.
Por otro lado, también se tratan temas con mucho fondo como la clonación humana y la discusión que se genera alrededor de una persona clonada, ¿es la original? ¿es otra cosa?
Y en cuanto a la historia en sí del libro, pues hay que decir que tiene un bajón de calidad respecto al primero. Dune ya era un libro con muuuchas capas para analizar (política, religión, aventura, amor...) y El mesías de Dune sigue ese enfoque de encapsular muchos conceptos y temas a diferentes niveles. Pero sinceramente, a mí me llega a cansar un poco (
Dune no terminaba de hacerlo). Demasiadas veces se pierde en reflexiones filosóficas y detalles, que pese a ser interesantes, te cortan el ritmo de la historia.
En resumen, si os gustó
Dune , dadle una oportunidad a éste, aunque teniendo presente lo que os espera: una lectura muy densa y sin tanta acción como en el anterior.
¿Es mejor o peor? Pues para mí es peor que la primera entrega de la trilogía, aunque sinceramente, el final me dejó con ganas de leer Hijos de Dune, así que mala no puede ser cuando consigue eso. Además, como obra de reflexión religiosa y filosófica tiene mucho que ofrecer.
Lo dejo en vuestras manos ;)
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