Al igual que me pasó con Juego de Tronos y Choque de Reyes (y auguro me pasará con los próximos libros), el nivel de la narrativa y la escritura de George R. R. Martin me parece sublime.
Vendería mi alma a Mephisto por escribir como lo hace él, ya que pese a describir con todo detalle la mayoría de las situaciones, los personajes o los lugares, no aburre (como le pasa a Tolkien por ejemplo), sino todo lo contrario, te engancha y te sumerge en la trama. Además, logra que la historia fluya de una manera que en mi opinión pocos autores (quizás Asimov), han conseguido.
En cuanto a los acontecimientos que ocurren en el libro, he decidido que no voy a hablar sobre ellos, pues no quiero que por algún descuido de mis lectores a la hora de leer el post, puedan sufrir cualquier mínimo spoiler, ya que merece la pena llegar "virgen" a lectura de cualquiera de los libros de Canción de Hielo y Fuego, especialmente a este que está repleto de sucesos inesperados y muchas sorpresas totalmente increíbles, como la última que aparece en el epílogo del libro y que esta misma mañana he tenido el placer de descubrir.
Por tanto, no me voy a extender mucho más, aunque no me iré sin decir que ya tengo Festín de Cuervos preparado desde mi último cumpleaños (¡gracias MA!) para ser devorado :P
Eso si, creo que voy a intercarlar el segundo volumen de la saga de la Herejía de Horus: Falsos Dioses (continuación de Horus, señor de la guerra) para poder devolvérselo a su dueño, y sobre todo para darle un poco de tiempo al bueno de George a que termine A Dance with Dragons, quinto libro de la saga de Canción de Hielo y Fuego, que por lo que he leído en la red, verá la luz en el último trimestre de este año, (esperemos que esta vez sea cierto :S).
Así que por el momento nada más que decir salvo: ¡leed Canción de Hielo y Fuego! (no os arrepentiréis).
2 comentarios:
Me lo acabo de empezar. Espero que cumpla las expectativas. George, porfi, no te mueras antes de terminar toda la saga...
Hombre, digo yo que aguantará :P
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