Barnacity Chronicles 2009: Chapter 5

Como cada domingo, aquí tenéis un nuevo capítulo de las crónicas del viaje a Barcelona (para los despistados, leed primero los capítulos 1, 2, 3 y 4 anteriores).

27 de Marzo de 2009, ese era el día que elegimos para repetir 10 años después nuestro viaje a Port Aventura Álvaro y yo, añadiendo a la ecuación a Humberto en esta ocasión.

El reloj sonó a las 7:00 de la mañana, por lo que el descontento debido al madrugón era palpable en el ambiente:

Con el estómago vacío, porque a esa hora todavía no estaba montado el desayuno del hotel nos fuimos a la Estación de Sants para coger el tres que nos llevaría a Tarragona.

Durante el viaje engullimos unos croissants de crema acompañados de unos riquísimos zumos pacífico para tomar fuerzas de cara a lo que se nos presentaba como un día plagado de diversión, pero agotador.

Sobre las 10 de la mañana llegamos a nuestro destino: ¡Port Aventura era nuestra!

Al llegar corrimos como locos para probar (tras casi una hora de cola) la última atracción que había estrenado el parque, Furius Baco, la montaña rusa con la mayor aceleración y velocidad del mundo: de 0 a 135 km/h en 3 segundos. Simplemente BRUTAL ^^

Tras esto fuimos a cumplir nuestra misión principal, que era repetir una foto en el Dragon Khan que Álvaro y yo nos habíamos hecho hacía justamente 10 años y 4 días.

Aquí nos véis a Álvaro y a mi adecuando nuestro comportamientos a la zona China (o haciendo el tonto, según lo quieras ver)

La atracción nos llamaba, sabía que volvíamos a ella para cumplir nuestro destino

Y por supuesto, volvió a ser genial, es más, me gustó más de lo que mis recuerdos habían dejado en mi memoria tras tanto tiempo, porque señoras y señores, el Dragon Khan con sus 8 loopings es posiblemente la mejor atracción de Port Aventura, y aquí tenéis la foto que atestigua nuestros rostros sonrientes tras bajar de ella:

Después de esto hicimos un recorrido por el Fumanchú (cantando la canción de Titanic mientras Álvaro y yo hacíamos peligrar nuestras vidas), el Kon-Tiki Wave (donde hicimos de animadores de la atracción) y el Sea Odyssey (que es como vivir un capítulo de la serie Sea Quest) antes de empezar con las atracciones de agua.

Como comenzaba a hacer calor, me puse mi bañador y mis chanclas cual guiri del montón y nos montamos en el Tutuki Splash dos veces seguidas. Así fue como terminamos:

¡Vaya cuerpazos!

Después de salir empapados, de allí nos dispusimos a seguir en remojo con el Silver Rive Flume y con los Grand Canyon Rapids.

Y como nuestras pieles comenzaban a arrugarse, y nuestros estómagos a rugir, decidimos hacer un alto en el camino para comer los sandwichs que habíamos preparado el día anterior en una cantina del Viejo Oeste con un concierto de música country de fondo.

Una vez recogimos nuestra camisetas del sol (estilo tendedero), Humberto decidió tomarse un descanso hasta que su comida estuviese bien reposada, así que Álvaro y yo decidimos arriesgar nuestra integridad con el Hurakan Condor.

Caída libre desde 100 metros recién comidos: una minucia

Cuando llegamos a tierra firme, aprovechamos para hacernos unas fotos con la fauna local:

No hace falta que comente nada de Álvaro ¿verdad?

Además, volvimos a repetir en el Dragon Khan para conseguir una foto apropiada que guardar como recuerdo hasta nuestra próxima visita dentro de 10 años, lo que nos permitió a la vuelta de camino al Far West hacernos una foto con el monstruo de las galletas:

A nuestra llegada al Far West, nos montamos en la Stampida (que recordaba mejor) y en el Tomahawk (que tampoco es nada del otro mundo).

Se nos empezaba a terminar la tarde (seguro que se me ha olvidado alguna atracción), y Humberto comentó que su cuerpo pasaba de más atracciones, así que Álvaro y yo nos dimos un atracón de Furius Baco montándonos 3 o 4 veces seguidas.

Para terminar, nos pasamos por la tienda de Port Aventura, donde Humberto y Álvaro compraron souvenirs para familiares: peluches y tazas :P

Destrozados por la paliza del día, tomamos el tren de vuelta y a mitad del viaje, el panorama que pude registrar con mi cámara era este:

¡Qué potitooooo!

Una vez llegados al hotel arrastrándonos, pudimos comprobar de primera mano cómo había cumplido mi papel de guiri a la perfección quemándome a lo bestia:

Creedme, eso duele muuuuucho

Mientras nos duchábamos (por turnos malpensados), pusimos la tele de la habitación para ver la final de la champions, es decir, FC. Barcelona vs Machester United.

Humberto estaba un poco pocho, así que se tumbó en su cama para tener un sueño reparador mientras Álvaro y yo disfrutábamos de un durum y una pizza turca adquirida en un local cercano al hotel mientras veíamos el partido.

Tras la victoria del Barça (que no comentaré porque ya se ha escrito mucho sobre ello), Álvaro y yo decidimos hacer una visita a las Ramblas para comprobar el ambiente de fiesta que existía en Barcelona.

Este fue el estremecedor corto que grabamos de forma improvisada por las calles de la ciudad condal:

Aquí tenéis una foto de los directores/actores/guionistas

Y como punto final a este incrible día, aquí tenéis las fotos del Dragon Khan con 10 años de diferencia:

PD: Esto de publicar todos los domingos a las 20:21 comienza a ser raro, raro, raro...